En China, un francotirador de la Policía abatió de un tiro a un secuestrador que tomó de rehén a una mujer en una estación de metro de la ciudad de Nanning y la mantuvo a punta de cuchillo durante dos horas para finalmente intentar herirla.
El oficial de élite, vestido de civil, permaneció acostado boca abajo en el suelo a unos 60 metros de distancia del secuestrador, mientras sus colegas intentaban convencer al hombre de que liberara a la rehén, que había sido elegida al azar.
Según informaron las autoridades, el atacante se negó a contestar cualquier pregunta ni tampoco aceptó recibir una botella de agua. En vez de ello, exigió que se le proporcionara un arma de fuego para poder suicidarse, y de otro modo prometió asesinar a la rehén.
Por su parte, el francotirador reveló que lleva 19 años trabajando en las fuerzas del orden y que en el transcurso de su carrera había participado en bastantes tomas de rehenes, pero que hasta ese día nunca había asesinado a un secuestrador.
Pese a que el incidente tuvo lugar el 9 de agosto, la Policía de Nanning publicó, hace unos días, las imágenes de la operación en redes sociales, con motivo de la entrega de premios de reconocimiento a Zeng Hao (francotirador) y a cuatro de sus colegas por la bravura y calma demostradas durante la operación.
