El Gobierno de Nicaragua decomisó el último domingo 200 crucifijos a opositores, que los iban a repartir entre fieles católicos del país, que vive una crisis sociopolítica que ha dejado decenas de muertos, presos y desaparecidos.
Los crucifijos fueron confiscados a la fiel católica Olesia Muñoz, quien pasó casi un año presa entre 2018 y junio de 2019 por participar en protestas contra el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, lo que era visto como un acto subversivo por el Gobierno.
Los afectados, quienes denunciaron la confiscación por redes sociales, afirmaron que las autoridades nicaragüenses no explicaron por qué les decomisaron los crucifijos de madera y algunos textos.
El suceso ocurre en medio de una ruptura entre el Gobierno y el catolicismo, porque en 2018 los curas recibieron en las iglesias a los manifestantes contrarios al gobierno, que eran perseguidos por los policías.