El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, pidió más ayuda humanitaria para los cientos venezolanos que huyen todos los días a países vecinos, donde están colapsando los servicios sociales y generando tensión a nivel local.
Esta semana, Grandi canceló su visita a la localidad fronteriza brasileña de Pacaraima, por las protestas de los residentes, ante la llegada de 500 llaneros al día, quienes el último sábado marcharon al grito de “Fuera los venezolanos”, “Pacaraima es nuestro”, “Fuera la ONU” y “Brasil para los brasileños”.
Acnur calcula que unos 4,3 millones de venezolanos han huido de la inestabilidad económica y política que vive su país, sobre todo a Colombia -donde hay 1,2 millones-, Perú, Chile y Ecuador. Unos 180.000, oficialmente, se han quedado en Brasil.
La ONU y varias ONG pusieron en marcha una petición humanitaria de 770 millones de dólares a comienzos de año y han recibido menos de 180 millones. "Esta es realmente una de las peticiones humanitarias con más baja financiación en el mundo para una de las mayores crisis”, señaló Grandi, tras visitar Chile y Brasil.
