En Nueva Zelanda, las autoridades señalaron haber sido informados, durante el fin de semana, de la presencia de un pingüino en el centro de la ciudad, por lo cual procedieron a devolverlo a las aguas del puerto.
Pero el animal volvió al sitio con un cómplice. Los "vagabundos sin hogar", como fueron denominados por los investigadores, habían comenzado a anidar en el interior de un puesto de sushi situado en la estación de Wellington.
Se necesitó salmón para atraerlos, capturarlos y enviarlos de nuevo al mar. Las autoridades encargadas de la fauna silvestre también aseguraron el puesto de sushi para prevenir una reincidencia.
Para llegar a la estación, la pareja de pingüinos puede haber tenido que atravesar una autopista, pero, según el director del Departamento de Protección de la Naturaleza, lograron colarse en las tuberías de agua.