La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reveló que el número de personas que pasan hambre en Latinoamérica y el Caribe creció en 2018 por tercer año consecutivo hasta afectar a 42.5 millones de individuos.
El número de personas que carecen de alimentos subió en los últimos tres años, con más de 820 millones de habitantes, una de cada nueve en el mundo. Dicha problemática es mayor en América del Sur, donde la cantidad de personas subalimentadas creció 5.5% el año pasado, frente a 4.6% en 2013.
"Durante los primeros 15 años de este siglo, América Latina y el Caribe redujo la subalimentación a la mitad. Pero desde 2014 el hambre ha ido aumentando", alertó Julio Berdegué, representante regional de la FAO.
La crisis en Venezuela también explica el incremento del hambre en Sudamérica, pues la proporción de personas que padecen de este problema se multiplicó casi por cuatro, de 6.2% entre 2012 y 2014 a 21.2 % entre 2016 y 2018, hasta los 6.8 millones de venezolanos.
La ONU destacó que el aumento del hambre refleja la desaceleración económica que vive la región, afectada en los últimos años por la caída en los precios de productos básicos que son motores del PIB de la mayoría de los países latinoamericanos.
A nivel subregional, los mayores índices del hambre se dieron en el Caribe, donde ese problema afectaba el año pasado a 18.4% de la población, y en Centroamérica, con 6.1%.
La desnutrición sigue prevaleciendo en varios continentes del mundo: África (casi el 20% de la población afectada), América Latina y el Caribe (menos del 7%) y Asia (más del 12%).