Según últimos reportes, el sismo de 7.1 grados que sacudió anoche el sur de California abrió grietas en decenas de edificios, desató incendios en viviendas, dañó caminos y dejó varios heridos.
Los sismólogos advirtieron a la población y las autoridades del Estado a estar preparados pues podrían registrarse fuertes réplicas durante los próximos días, incluso semanas.
El temblor de anoche, -precedido por uno de magnitud 6.4 en el desierto de Mojave el jueves- fue el más potente registrado en el sur de California en los últimos 20 años y tuvo varias réplicas.
El gobernador Gavin Newsom declaró en “máximo nivel” la alerta y dijo que pidió al presidente Donald Trump que emita una declaración de emergencia para que el Estado pueda recibir ayuda federal.