Hoy se publicó el crudo informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, acerca de las “graves violaciones a los DDHH” cometidas por el régimen de Nicolás Maduro.
La expresidenta de Chile conminó al régimen de Venezuela a que asuma inmediatamente medidas concretas para detener y subsanar las graves vulneraciones de derechos económicos, sociales, civiles, políticos y culturales que se han registrado en el país llanero.
En su informe, Bachelet señala que un sacerdote católico le había dicho en Caracas que “no se trata de política, sino del sufrimiento de la gente”. Ella también explica que este informe no “trata de política, geopolítica, relaciones internacionales o cualquier otra cosa que no sea los derechos humanos a los que todo venezolano tiene derecho”.
En el documento en cuestión, se afirma que en los últimos 10 años - y particularmente desde 2016 - el régimen de Maduro y las instituciones que lidera han puesto en marcha una estrategia que principalmente busca “neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno”. Un grupo de leyes, políticas y prácticas que ha reducido el ámbito democrático, ha desmontado el sistema de control institucional sobre el Ejecutivo, lo que ha llevado a una reiterada violación de los derechos humanos. También se destaca las consecuencia de la profunda crisis económica, la misma que ha privado a los pobladores de los medios necesarios para satisfacer sus derechos fundamentales en asuntos de suma importancia como la alimentación y los cuidados médicos.
El informe advierte que si la situación no mejora, el éxodo masivo continuará y las personas que se quedan en el país verán como su condición de vida empeora.
Bachelet, visitó Venezuela del 19 al 21 de junio y mantuvo reuniones con un gran número de figuras políticas, desde Nicolás Maduro además de otros altos mandos del régimen chavista. También se reunió con el presidente encargado Juan Guaidó, así como con miembros de la sociedad civil.
Después de la visita, un equipo de dos oficiales de la ONU permanecieron en el país, como parte de un acuerdo que les permitía prestar asesoramiento y asistencia técnica, así como hacer seguimiento sobre la situación de los derechos humanos.
"Durante mi visita a Venezuela, pude conocer directamente los relatos de quienes han sido víctimas de la violencia del Estado y sus peticiones de justicia. He transmitido con exactitud sus opiniones y las de la sociedad civil, así como las violaciones de derechos humanos documentadas en este informe, a las autoridades competentes", sentenció la Alta Comisionada.
