Este lunes, la Organización Internacional del Trabajo de la ONU (OIT) advirtió que el aumento del estrés térmico en la agricultura y en otros sectores industriales conllevará previsiblemente a una pérdida de la productividad a 80 millones de empleos para el 2030.
En este nuevo informe de la OIT se considera que para el años mencionado el 2,2% del total de las horas trabajadas en el mundo podrían perderse debido al aumento de las temperaturas, estas proyecciones se basan en un alza de temperatura mundial de 1,5° C, para final de siglo.
De acuerdo a los autores del informe “Trabajar en una planeta más caliente: El impacto del estrés térmico en la productividad laboral y en el trabajo decente”, las consecuencias serán mayores en el sur de Asia y en África del Oeste, donde alrededor del 5% de las horas trabajadas podrían perderse para el 2030.
La coautora del informe señaló a la prensa que en total, las pérdidas económicas representarían unos 2,4 billones de dólares a escala mundial. “A grandes rasgos, es el equivalente a la economía de Reino Unido” dijo Saget.
La OIT indica que el estrés térmico supone un calor superior al que el cuerpo puede tolerar sin sufrir daños psicológicos, lo que tiende a ocurrir cuando la temperatura supera los 35°C con una fuerte humedad.
Los dos campos más expuestos son la agricultura (que emplea a 940 millones de personas en el mundo), esto representaría el 60% de las horas de trabajo perdidas para 2030; además de la construcción, cuya productividad se reduciría en un 19%.