En Reino Unido, un padre se tatuó una cicatriz idéntica a la de su hijo, de seis años, tras someterse a una cirugía de corazón. El pequeño fue operado hace cuatro semanas en una intervención en la que estaba en juego su vida.
Su padre Martin Watts, de 37 años, indicó que el pequeño se sentía "molesto y asustado" después de haber salido de la cirugía, por lo que se ofreció a hacerse el tatuaje para que "pudieran atravesarlo juntos". Con este gesto espera que su hijo vea que la cicatriz es un mensaje positivo y que "no había nada de lo que avergonzarse" y que puede "estar orgulloso de lo que ha pasado".
El menor tiene una afección llamada estenosis aórtica supravalvular y necesitaba una cirugía a corazón abierto para ensanchar el vaso que lleva la sangre de su corazón al resto del cuerpo.