Manuel Paneque, académico de la facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, desarrolló desde el 2012 un espacio de cuatro hectáreas en el desierto de Atacama, específicamente en medio de las explotaciones mineras de Antofagasta; es ahí donde hizo espacio para su "desierto verde”.
Llenó este espacio con pimientos, leguminosas, pero sobre todo con atriplex, una variedad vegetal que florece en terrenos áridos, pero que, además, es una gran captadora del dióxido de carbono. Según indicó, sus especies absorben hasta nueve toneladas de CO2 por hectárea; por lo que espera que se vuelva un modelo para otras empresas que quieran ayudar al medio ambiente.
Estas plantas producen también biomasa, la cual sirve para crear madera o combustible para bioenergía. “Me llevo las mejores al laboratorio y genero clones”.