En el Reino Unido, una mujer de 34 años fue detenida junto a su pareja, de 37, como principales sospechosos del asesinato por envenenamiento de los dos hijos de Sarah Barrass.
Los menores de 13 y 14 años, se pusieron en contacto con un amigo a través de la consola de Nintendo Switch, alertando de que comenzaban a sentirse mal, media hora antes de que la policía llegase al domicilio. Sin embargo, ni los agentes ni los servicios médicos pudieron hacer nada por los jóvenes, que fallecieron al llegar al hospital.
Barrass está acusada de otros tres intentos de asesinato contra otros dos menores. Mientras que los vecinos de la familia convirtieron los alrededores de la casa en un santuario en el que flores, globos y peluches recuerdan a las víctimas.