Según informaciones brindadas por el diario británico "The Guardian", más de una veintena de mezquitas han sido destruidas como un plan en contra de la religión musulmana. Esta radical medida ha sido efectuada en China debido a la islamofobia del país, a pesar de que solo el 1% de la población pertenezca a dicha religión.
En Xinjiang, sin embargo, más del 50% de la población está compuesta por grupos étnicos que profesan su religión musulmana, utilizan lenguas del alfabeto árabe y se oponen tajantemente a las imposiciones del Partido Comunista Chino.
Una de las mezquitas destruidas es la de Kargilik, la más grande al sur de la región. El edificio, que fue construido en el año 1200, es recordado por sus torres e impresionante jardín. Sumado a ello, se han puesto en funcionamiento establecimientos en los que han sido retenidas cerca de un millón de ciudadanos. Los denominados "centros de reeducación" se mantienen en secreto o con imposible acceso, según la ONU. Allí, se les impone el estudio en mandarín, y se sabe que aplican diversas técnicas de torturas físicas.