La temporada navideña no solo está vinculada al nacimiento de Jesús, sino también a un personaje muy conocido por todos que es Papá Noel o también llamado Santa Claus. Sin embargo pocos saben la historia que hay detrás de este icónico hombre vestido de rojo y blanco.
Su origen está relacionado con San Nicolás de Myra, nacido cerca al año 280 en Turquía, quien destacaba por su bondad y solidaridad con los más necesitados, especialmente con los niños.
Cuenta la leyenda que este sacerdote escuchó sobre el problema que presentaban las tres hijas de un hombre pobre, quienes no podían casarse por la falta de dinero y ante esta situación decide ingresar a la casa de la familia por la ventana y metió bolsas con oro en los calcetines de las niñas que colgaban de la chimenea para secarse.
En torno a él destacan más historias y milagros que lo hicieron convertirse en santo patrón de Lorena (Francia), Grecia, Rusia y Turquía.
Asimismo su nombre llegaría a Holanda donde es venerado y conocido como Sinterklass, un personaje que trae regalos a los niños la noche del 5 de diciembre.
Para el año 1624 la figura de San Nicolás pisaría el continente americano con el arribo de inmigrantes holandeses que fundaron Nueva Ámsterdam ( la actual ciudad de Nueva York).
Y es bajo este pasado europeo que el escritor Washington Irving deformaría el nombre de San Nicolás por el de Santa Claus en 1809 con la sátira titulada “Historia de Nueva York”.
En 1823 el poeta Clarke Moore le aportaría forma al personaje, señalándolo como un enano delgado, similar a un duende, que regalaba juguetes a los niños en la víspera de Navidad y a bordo de un trineo jalado por nueve renos.
Sin embargo no sería hasta 1863 que Santa Claus adopta los rasgos físicos que lo caracterizan gracias al dibujante alemán – estadounidense, Thomas Nast, para unas tiras navideñas en Harpers Weekly.
Ya con el pasar del tiempo este personaje comenzaría a propagarse en todo el mundo y adoptaría un uso comercial. Tal es el caso de la empresa Lomen Company, dedicada a la fabricación de frigoríficos, que usaría la imagen de Papá Noel en un anuncio a finales del siglo 19, donde se instauró la creencia de que él provenía del Polo Norte.
Pero la empresa que lograría darle mayor notoriedad sería Coca Cola, que en 1931 adoptaría al personaje en sus campañas publicitarias con ayuda del ilustrador Haddom Sundblom, quien lo dotaría de características de la marca.
Finalmente esta nueva figura haría desaparecer los antiguos modelos de Papá Noel e instauraría uno más homogeneizado a nivel mundial y que se ha convertido en un símbolo por estas fechas. ( Fuente: Columna Zero / Vanguardia México)