El primer mandatario filipino, Rodrigo Duterte, volvió a arremeter en contra de obispos católicos al afirmar que éstos son “inútiles” y conminó a matarlos.
En un discurso en Manila, la noche de ayer, Duterte dijo: “Vuestros obispos, matadlos. Esos bastardos no sirven para nada. Lo único que hacen es criticar”. La transcripción de este discurso fue dada a conocer este jueves por el despacho presidencial de este país.
En un evento posterior, el jefe de estado afirmó que la iglesia católica es la institución más “hipócrita del mundo” y aseguró que el 90% de sus clérigos son homosexuales.
Por su parte, la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas evitó responder a los ataques de Duterte, pero un portavoz de la conferencia episcopal, Jerome Seciliano, dijo a través de un comunicado: “No queremos añadir más leña al fuego. Cualquier comentario solo exageraría el asunto”.
El portavoz del despacho presidencial, Salvador Panelo, salió a aclarar las declaraciones de Duterte y dijo que sus palabras no hay que entenderlas como algo literal, sino que utilizó “la hipérbole” para tener un “efecto más dramático” en sus comentarios.
El presidente había insultado a los obispos y sacerdotes católicos hace solo dos semanas, ya que desde hace más de un año mantiene un conflicto verbal con los miembros de la iglesia, y dijo que los filipinos no deberían asistir a los templos para “pagar a idiotas”.
Días previos Duterte acusó al obispo de Caloocan, Pablo Virgilio David - uno de sus más acérrimos críticos – de robar para su uso personal las ofrendas que los fieles donaban al arzobispado, frente a esto el prelado respondió que el mandatario no sabe lo que dice porque está “enfermo”.