El sacerdote, quien también es miembro del cuerpo católico, es conocido por sus acusaciones de pederastía. El Vaticano ya lo había considerado culpable de abuso sexual, pero su condena en ese entonces fue la oración y la penitencia.
Según indica la nota de prensa de la Santa Sede, el máximo representante de la Iglesia Católica consideró actuar de esta forma pues es “consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro”.
El abogado de las víctimas de abusos sexuales en Chile, Juan Pablo Hermosilla, saludó la decisión del papa Francisco y declaró a los medios locales que el acto del Papa era una señal importante de las postura de la Iglesia Católica ante denuncias de acoso y violación sexual.
Hermosilla también dijo que con esta expulsión, la comunidad católica va dejando atrás las acusaciones de encubrimiento que han estado rondando en su contra.