El Santo Padre reconoció esta mañana en Dublín, Irlanda, el fracaso de la Iglesia de ese país en afrontar lo que denominó "crímenes repugnantes de los abusos" a menores y pidió adoptar normas severas y que no se vuelvan a repetir.
"No puedo dejar de reconocer el gravé escándalo causado en Irlanda por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y educarlos", señaló el Sumo Pontífice en su discurso, informa la agencia EFE.
Asimismo, reconoció que "el fracaso de las autoridades eclesiásticas - obispos, superiores religiosos y sacerdotes - al afrontar estos crímenes repugnantes ha suscitado indignación y permanece como causa de sufrimiento y vergüenza para la comunidad católica".
Francisco llegó hoy a ese país, donde realizará una visita de dos días, para participar en el Encuentro Mundial de las Familias, entre otras actividades.