Luego de que el gobierno de Islandia informara a Rusia la suspensión temporal de sus contactos bilaterales con dicho país, la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova , denunció un “curso de los políticos británicos hacia un boicot a gran escala de la Copa del Mundo de Rusia”.
La decisión de Islandia es una señal de solidaridad con el Reino Unido en respuesta al ataque químico contra Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury. Anteriormente, la primera ministra británica, Theresa May, señaló que ningún alto funcionario ni miembro de la familia real iba a asistir al evento deportivo.
Quien salió a atajar el escándalo diplomático fue Joseph S Blatter, expresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), quien recordó que la Copa del Mundo 2018 en Rusia es el evento más importante del planeta y tiene dos billones de fanáticos, por lo que llamó a no boicotearlo y que se debe jugar en paz y por la paz.