El estado de Texas, Estados Unidos, ejecutó hoy a John Battaglia por los asesinatos en 2001 de sus dos hijas de 6 y 9 años, crímenes que cometió para vengarse de su exesposa.
A Battaglia, de 62 años, lo declararon muerto a las 21.40 hora local tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville, según informó el Departamento de Justicia de Texas.
Mary Faith y Liberty, de 9 y 6 años respectivamente, fueron asesinadas el 2 de mayo de 2001 cuando las pequeñas, cumpliendo el régimen de visitas, llegaron a su casa de Dallas para saludarlo.
Battaglia se había enterado de que su exmujer, Mary Jean Pearle, lo había denunciado por amenazas, lo que equivalía a la violación de su libertad condicional que podía llevarlo de vuelta a la cárcel.
Él había sido condenado en 1999 por agredir a Pearle, pero salió en libertad condicional bajo el compromiso de no hablar, ni amenazar, ni acosar a su exmujer. Sin embargo, Battaglia violó esas condiciones.
El jurado condenó a muerte a Battaglia en abril de 2002. Texas quiso ejecutar a Battaglia pero sus abogados lograron retrasar el desenlace alegando que no era mentalmente apto para recibir una inyección letal.
Los tribunales, no obstante, determinaron en última instancia que Battaglia "fingía" sus problemas mentales y ordenó su inmediata ejecución, pese a la protesta de organismos defensores de los derechos humanos .