Al menos cinco muertos confirmados y unos 49 heridos dejó la represión de las marchas en contra de la continuidad en el poder del presidente Joseph Kabila en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo (RDC). Autoridades locales reconocieron la muerte de dos personas más.
Mientras todas las muertes ocurrieron en Kinshasa, los heridos y detenidos (más de un centenar) son de todas partes del país africano, según la Misión de Naciones Unidas en el Congo (Monusco), los hechos ocurrieron en las protestas organizadas por un colectivo católico tras la misa del domingo.
El jefe de policía de Kinshasa, general Sylvano Kasongo, instaba a los sacerdotes a “irse a casa” o de lo contrario “usaría la fuerza”. Los manifestantes denunciaban que Kasongo los amenazó mientras marchaban pacíficamente.
“Traté de detener a un policía que disparaba a los manifestantes y cuando traté de quitarle el arma me corté la mano con la bayoneta”, decía otro. Algunos señalaban que la policía lanzó gases a los fieles que salían de la Iglesia. “Estamos preparados para pelear hasta la muerte”, afirman.
Según un balance de la policía, nueve efectivos han resultado heridos, entre ellos dos de gravedad. En tanto, la misión de la ONU y testigos, entre ellos periodistas de medios internacionales, señalaron que las autoridades utilizaron gases lacrimógenos y balas de plomo.
Estas protestas habían vuelto a ser prohibidas tras el 31 de diciembre pasado, cuando se realizó otra manifestación exigiendo al presidente Kabila declarar públicamente que no se presentará a un tercer mandato, lo que está prohibido en la Constitución del país. La represión entonces dejó seis muertos.
El segundo y último mandato del presidente acabó el 20 de diciembre de 2016. Las próximas elecciones están previstas para el 23 de diciembre de 2018. Cabe recordar que en la última fecha de su visita al Perú, el papa Francisco habló desde la Catedral de Lima. “Recemos por el Congo”, dijo.