La espera se termina. Este jueves 18 de enero el papa Francisco arribará a nuestro país para traer un mensaje de amor y esperanza al pueblo peruano. Y también de humildad, pues el Sumo Pontífice se ha encargado de hacer de esta virtud su emblema desde que asumió como jefe de la Iglesia católica.
En este aspecto, Francisco ha realizado múltiples reformas en el Vaticano. Sin embargo, una de las muestras de austeridad que más hizo noticia a fines del año pasado fue cuando la reconocida y lujosa marca Lamborghini regaló una edición especial de su modelo ‘Huracán’ al Santo Padre.
El auto estaba valorizado en nada menos que 200 000 euros (unos 244 708 dólares al cambio actual). El 15 de noviembre pasado, durante un evento en la Santa Sede, la firma entregó el auto al papa. Allí él bendijo el costoso vehículo, pero también lo autografió y se despidió de él.
En efecto, el Sumo Pontífice expresó que subastaría el auto para que lo recaudado sea destinado a causas humanitarias, por lo cual fue enviado a la casa Sotheby’s. Además del precio inicial, un auto como este, autografiado por un papa, se convierte en un raro y valioso objeto de colección.
Lo recaudado se destinó a asistencias humanitarias para los desplazados en Irak, víctimas del tráfico de personas y de la prostitución, además de estructuras de caridad italianas en África. Todo un ejemplo de caridad y desprendimiento.
