En Ucrania, una familia vivió una verdadera tragedia no solo porque su hijo de tan solo 2 años murió aplastado por un suicida sino porque un sacerdote se negó a darle cristiana sepultura al cuerpo del menor, según recoge Infobae.
Los padres desesperados le imploraron al sacerdote, pero este se negó al pedido debido a que el niño había sido bautizado en una iglesia diferente a la que este sacerdote representa. Debido a esto el padre golpeó al cura iniciándose una gresca que terminó con la expulsión de la familia del templo.
La negativa del sacerdote tuvo su origen en la profunda división que existe en Ucrania, donde un sector de la población sigue a la iglesia ortodoxa de raíz rusa y otro sector a la de orígenes ucranianos. La iglesia que se negó al entierro pertenece a la rama rusa.
“El cura dijo que nuestro hijo no estaba bautizado y que nuestra iglesia era un fraude” dijo el padre del niño.
Por su parte, el cura se justificó manifestando su pesar por la familia “pero hay ciertas líneas que no puedo cruzar y un niño bautizado por la iglesia de Kiev es un niño no bautizado, además esa iglesia es una farsa”.
Finalmente el cuerpo del menor fue sepultado bajo los ritos de la iglesia donde fue bautizado.
