Para velar por la salud de las personas y mascotas, la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, prohibió el uso de fuegos artificiales, cohetes, petardos y productos similares desde las 00:01 horas del 31 de diciembre hasta las 23:59 del 1 de enero.
"Tenemos la tarea de proteger la salud de los ciudadanos romanos y de nuestros amigos de cuatro patas", indicó la burgomaestre. Los que no acaten la medida deberán pagar multas que van desde los 25 a 500 euros.
Asimismo, señaló que su decisión obedece a los estragos que produce su uso inadecuado, como incendios, daños al patrimonio histórico y cultural, así como contaminación del aire y trastornos en los animales.
“Evitar su uso ayuda a prevenir tanto los daños a las personas, a veces graves y a las cosas como el fuerte ruido que asusta tremendamente a los animales, domésticos y salvajes”, agregó la funcionaria edil.
La burgomaestre pidió a los ciudadanos de la capital “Renunciar a esta costumbre y celebrar el año nuevo con fuegos que no provocan explosiones, como las pequeñas bengalas de luz, es un signo de civilización y atención para todos los seres vivos”.