A nivel mundial hay pocas personas más cuestionadas y muchas veces, menos queridas, que los funcionarios públicos. En la mayoría de casos, se les acusa de no cumplir con su labor y de jugar con la corrupción. Por ello, lo que decidió hacer esta ministra en Uganda dio la vuelta al mundo.
El pasado 15 de setiembre, la titular de Salud del país africano, Sarah Opendi, decidió hacer algo bastante más que inusual. Primero se cubrió el rostro con un velo para no ser reconocida y, acto seguido, se puso en camino al hospital de Naguru, en la capital Kampala.
Allí, se presentó como una paciente cualquiera y logró, nada menos, que atrapar in fraganti a dos empleados corruptos, que le hicieron pagar por servicios que, en teoría, son gratuitos. “Había recibido varias quejas sobre el personal del hospital que saca dinero a los pacientes”, dijo a AFP.
A Opendi le llegaron a pedir la nada despreciable suma de 150 000 chelines ugandeses (35 euros, 41 dólares) por exámenes de laboratorio que supuestamente eran gratuitos.“Le dije que no tenía dinero, pero insistió”, dijo la ministra.
Luego de ser derivada con una enfermera auxiliar para conseguir tiras para análisis, volvieron a pedirle dinero.“Le pagué (a la enfermera) y luego llamé a la policía, que detuvo a los dos empleados”, narró. El director adjunto del hospital, Stephen Kyebambe, felicitó esta acción.
Los cobros irregulares lamentablemente son frecuentes en los hospitales públicos de Uganda. Algunos trabajadores médicos no cobran más del equivalente a 60 euros (70.5 dólares) mensuales ¿Qué te parece a ti esta medida?
