La Policía de Cancún, México, intervino anoche a tres personas en la antigua plaza Zócalo, un espacio abandonado en las afueras del famoso balneario, al observar humo blanco.
Las autoridades informaron que encontraron en el lugar a tres hombres y que estos intentaron huir. Tras la detención, los efectivos hallaron restos de sangre y una parte del cuerpo de un cocodrilo.
En la comisaría los detenidos fueron identificados Jorge Alberto Azcárraga, originario de Mérida, Desiderio Mendoza Mejía, de 23 años, de oficio chatarrero, y Pedro Celestina Canul, de 41 años, originario de Mérida y de oficio cocinero.
Este último se habría encargado de preparar al animal para comerlo con sus cómplices. Los sujetos confesaron que mataron al cocodrilo pero, según ellos, porque el animal “se comió a uno de sus compañeros”.
Los detenidos, quienes recibirían una dura sanción pues los caimanes están protegidos por el estado, revelaron que capturaron al cocodrilo cerca a la laguna Nichupté, donde se concentran los caimanes, que incluso salen a tomar el sol, lo cual convierte el lugar en un atractivo turístico.