El geólogo Patricio Valderrama, investigador de desastres naturales, detalló una de las causas principales por lo que varios edificios han colapsado con tanta facilidad. La razón se debe al suelo débil sobre el que se ha construido los edificios.
La ciudad de México se encuentra ubicada sobre un terreno ‘lacustre’; es decir, una superficie arenosa propia de las ciudades costeras. La ciudad de México no es la excepción y se ha construido sobre lo que alguna vez fue el fondo de un lago, por lo que su suelo no es el propicio para soportar este tipo de movimientos sísmicos.
Valderrama afirmó que este tipo de suelo permite la amplificación de las ondas sísmicas, lo que él llamó ‘efecto de sitio’; es decir, que mientras más débil sea el tipo de suelo, mayor será la ampliación de las ondas sísmicas y también más grave su destrucción. El colapso de las viviendas responde a este fenómeno.