Las autoridades del aeropuerto John Wayne detallaron que la avioneta se quedó corta en su maniobra de aterrizaje y acabó intentando tomar tierra en una autopista cercana.
El centro aéreo canceló temporalmente las llegadas, pero después se reabrió el tráfico. El incendió del aparato produjo una torre de humo que se podía ver a kilómetros de distancia
Asimismo, se cerró inicialmente la autopista 405, aunque después se abrió en su sentido norte. Durante el aterrizaje forzoso, el avión afortunadamente no golpeó ningún auto.
Varios conductores se detuvieron para ayudar a los dos ocupantes del avión ( un hombre y una mujer) antes de que los bomberos llegaran para apagar las llamas y tratar a los heridos.