Anna Ricks decidió donar los órganos de su hijo luego que el joven de 31 años falleciera en un accidente automovilístico en septiembre del 2016, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Tras varios meses de la dolorosa pérdida, la madre visitó al hombre que había sido beneficiado con el trasplante y que tenía el corazón del joven fallecido. Greg Robbins había sufrido un ataque cardíaco en marzo del 2016 y necesitaba con urgencia uno nuevo.
Al principio Anna dijo que no a los médicos cuando le preguntaron si quería donar los órganos de su hijo, pero a los pocos minutos cambió de opinión y aceptó.
Las imágenes muestran a la madre emocionada escuchando los latidos del corazón de su hijo dentro de otro cuerpo.