De un momento a otro corrió el rumor de que se había producido un tiroteo y ciento de personas congregadas en la estación de trenes de la ciudad de Nueva York, EEUU, se echaron a correr en distintas direcciones.
Pero el sonido que escuchó la persona o personas, y cuyo rumor fue pasando de una a otra hasta desatarse el pánico, fue el de una pistola taser, que usó la Policía para reducir a un presunto delincuente que circulaba en las afueras de la estación.
Los aterrados viajeros, hombres mujeres y niños, abandonaron sus maletas y comenzaron a corren en todas direcciones tratando de escapar, supuestamente, de un hombre armado, mientras otros no saben ni por qué escapan.
Muchos salen al exterior de la estación de trenes, donde los comercios comenzaron a cerrar sus puertas por protección, y se tiran al piso para evitar las balas del presunto hombre armado.
El incidente del falso tirador en la estación de trenes de Nueva York dejó 16 personas heridas de distinta consideración.