Wu Jianping, de 25 años, es un hombre chino que perdió ambos brazos cuando tenía cinco años, tras recibir una fuerte descarga eléctrica.
Hace algunos meses planificó poner un negocio, pero sus solicitudes de préstamo bancario han sido rechazadas en varias ocasiones porque no puede colocar sus huellas dactilares.
El hombre sujeta el lapicero con la boca cuando se requiere su firma, sin embargo, para los empleados bancarios la firma no es suficiente para comprobar su identidad, pues puede ser falsificada, por lo que es necesario su huella digital.
Cansado de esta situación, Wu Jianping compartió su caso a través de las redes sociales, por lo que algunos bancos fueron criticados, y anunciaron que están reconsiderando su decisión.