Tal vez lo que más asusta de la muerte no es ella en sí misma, sino la forma de morir. Algunas son mucho más temidas que otras, pero sin dudas morir desintegrado en ácido es una idea que podría causarle pesadillas a cualquiera.
Esta pesadilla se hizo realidad para un desafortunado joven en EE.UU. El caso ocurrió en junio, sin embargo, recién se dio a conocer a través de un informe de las autoridades del parte. Colin Scott (23) visitaba con su hermana el Parque Nacional de Yellowstone, en Wyoming.
Ambos se desviaron de uno de los senderos del parque hacia una zona no autorizada en la cuenca de géiseres de Norris. La víctima quiso comprobar la temperatura de un manantial en busca de un lugar para nadar, pero resbaló y cayó al agua ácida e hirviente.
“Se estaban moviendo específicamente en esa zona para encontrar un lugar en que pudieran entrar y nadar. Creo que lo llaman hot potting”, explicó el guardia del parque Lorant Veress. Un grupo de rescatistas llegó hasta el lugar y encontró su cadáver.
Sin embargo, una tormenta eléctrica impidió que el personal pudiera recuperar el cuerpo. Cuando regresaron horas después, al día siguiente, el cadáver ya no estaba en la fuente, “sólo había una cantidad significativa de restos en disolución”. Se había desintegrado.
Los géiseres y fuentes del parque son ácidos pues son alimentados por aguas termales del subsuelo que recogen ácido sulfúrico cuando emergen a la superficie. La zona fue aislada para “velar por la seguridad de las personas” y proteger los recursos del lugar, porque son “muy frágiles”, añadió Veress.