La vida en Bangladesh no es sencilla pues se trata de un país con un alto índice de pobreza. Ahí las personas tienen que buscar la forma de sobrevivir a diario y todo trabajo es bien recibido. Por ello no es extraño que el oficio más antiguo del mundo sea una de las actividades realizadas con mayor regularidad por muchas mujeres.
El burdel de Kandapara es quizás uno de los establecimientos de este tipo con mayor vigencia en el país asiático, ya que funciona desde hace 200 años, y es el segundo más grande de todo el territorio. Además, sus instalaciones están compuestas de pequeños pasajes que parecen ser un laberinto.
Un detalle no menor de este prostíbulo es que muchas de sus trabajadoras son menores de edad y tienen entre 12 y 14 años. Gran parte de ellas son víctimas de la trata de personas y otras nacieron en ese mismo lugar, condenándose así a llevar una vida igual a la de sus madres. Ellas están prohibidas de rechazar a algún cliente.