En la actualidad hay muchos animales en peligro de extinción pero casi no los conocemos. Es el caso de la llamada vaquita marina (Phocoena sinus), una especie de cetáceo endémico de aguas mexicanas que habita en la reserva de la biósfera del alto golfo de California y que se encuentra en peligro crítico de acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
En el año 2015, su población total era de 97 ejemplares, sin embargo, para el 2016 había perdido el 40% de su población. Su mayor amenaza es el uso indiscriminado de redes para la pesca pasiva de totoabas, un pez grande muy apreciado en la cocina china como alimento afrodisíaco.
La vaquita marina se considera en el más alto riesgo de extinción de 129 especies de mamíferos marinos y no tiene parientes cercanos, por eso representa uno de los tres animales que son prioritarios para hacer campañas de conservación. “Salvar al único cetáceo endémico de México, es un problema de toda la nación”, es lo que se comenta en México.
De hecho, el gobierno mexicano creó una comisión para la conservación de este animal en 2012 e incluso invirtió más de 30 millones de dólares para compensar a los pescadores y promover el uso de otros métodos de pesca pero los resultados no han sido favorables. “Creíamos que sería fácil hacer aumentar los ejemplares un 4 % cada año”, comenta Barbara Taylor. “En cambio, hubo un descenso del 18,5 % anual”, agrega.