Este hombre italiano y esta loba salvaje tienen algo en común, ellos comparten una entrañable amistad desde hace 8 años.
Domar a un lobo no es tarea fácil, para ello Max acompañó un mes completo a Arya en el bosque, donde aprendió muchas cosas de ella.
Max agradece al destino haberse cruzado con ella y ahora quiere demostrar al mundo que los lobos no son tan agresivos como parecen y que se puede aprender mucho de ellos.