Muchas veces nos quejamos de nuestros problemas sin pensar que otras personas sufren situaciones peores y que a pesar de ello salen adelante con mucho esfuerzo. Claro ejemplo de esto es Claudio Vieira de Oliveira, un brasileño que tiene varias dolencias que hacen que sus brazos y sus piernas estén gravemente deformados.
Estos problemas físicos hacen que Claudio no pueda llevar una vida normal como todos los demás, sobre todo por haber nacido con el cuello tan doblado hacia atrás que su cabeza queda suspendida boca abajo sobre la espalda. Esta condición la tiene desde que nació y los médicos pensaban que no sobreviviría mucho tiempo
“La gente empezó a decirme que el bebé iba a morir porque apenas podía respirar cuando nació. Algunos me decían que no le diera de comer, ya que iba a morir”, señala la madre del brasileño. Sin embargo, Claudio dio batalla a la adversidad y aprendió a vivir con sus limitaciones. “Se encender el televisor, responder a mi teléfono móvil, encender la radio, usar Internet… lo hago todo por mí mismo”, asegura.
“A lo largo de mi vida he podido adaptar mi cuerpo al mundo, no me veo a mi mismo como diferente, soy una persona normal. Una cosa que suelo decir en mis intervenciones es que no veo las cosas al revés. Es algo que siempre me preguntan. Además hoy en día es mucho más fácil tratar con el público, no tengo miedo de que me traten como alguien diferente”, señala Vieira.