El clérigo de la parroquia San Isidro Labrador, en la ciudad de Zárate, Argentina, colocó un cartel en el templo e informó a los fieles qué tipo de prendas no están permitidas para ir a misa.
El cura Carlos Scarlata prohibió a las mujeres de todas las edades, incluso las jóvenes, que asistan a la iglesia muy maquilladas, en short, con jeans apretados o faldas cortas, entre otras especificaciones.
En cambio recomienda como vestimenta cristiana femenina el uso de ropa suelta, sin escote, con mangas, evitar los pantalones, la falda debajo de la rodilla, etc.
Un cartel similar le prohíbe a los varones entrar a rezar con gorros, sandalias, pantalones cortos y aretes.