Un militar estadounidense que no veía a su madre desde hace dos años decidió sorprenderla de una forma muy original.
Se disfrazó de médico y cuando ella se fue a sus sesión de quimioterapia se puso a conversar con él sin saber que era su hijo, fue cuando segundos después se quitó la mascarilla.
La mujer no pudo contener las lágrimas y le dio un emotivo abrazo.