Tal vez aplicando al conocida premisa "Que Dios te lo pague", un magistrado de la localidad rusa de Nizhegorodsky, ordenó que la Iglesia ortodoxa local cancele con oraciones los 258.000 rublos (3.244 dólares) que debe por la instalación de un sistema de caldera.
A los dólares adeudados por la instalación de la caldera hay que sumarle otros 65.000 rublos (817 dólares) acumulados en multas y tarifas legales. La decisión refiere a que la iglesia debe "rezar por los empleados y la compañía que instaló el sistema".
De acuerdo con la sentencia, la instalación costó 916.000 rublos (11.561 dólares), de los cuales la diócesis pagó inicialmente la mitad. La Iglesia aún debe otros 200.000 rublos (2.525 dólares) por el sistema de caldera que la justicia dijo que debe ser pagado en efectivo.