Gran conmoción hay en la ciudad de Oklahoma, en Estados Unidos, donde una niña de solo dos años de edad murió hace poco más de una semana tras ingerir una pequeña batería que suele colocarse en relojes y demás objetos. La menor identificada como Brianna Kent Vice Florer habría estado jugando en casa cuando encontró la pila.
Según cuenta el abuelo de Brianna, ella no se sentía bien cuando terminó de jugar y tuvo una ligera fiebre. Sin embargo, un rato después la niña comenzó a vomitar sangre y su piel se puso de color azul, lo que obligó a sus padres a llamar inmediatamente a una ambulancia.
La niña fue trasladada de urgencia a un hospital en Tulsa en donde la llevaron de inmediato a cirugía. Lamentablemente fue demasiado tarde y Brianna no pudo sobrevivir. Los médicos comprobaron luego a través de una radiografía que había tragado una pequeña pila.
“La operaron por dos horas pero no podían detener la hemorragia. Creían que había ingerido la batería y que esta había perforado la arteria carótida a través de su esófago. En un momento ella estaba perfecta y al minuto siguiente estaba muerta, no tenemos idea de cuándo ella se comió la batería”, manifestó el padre de la niña.
Por otro lado, se supo que la necropsia aún está pendiente y que las causas oficiales de la muerte se determinarán en unos meses. La tragedia ha dividido la opinión de varios especialistas ya que algunos consideran que las baterías pequeñas son eliminadas antes de causar daños en nuestro organismo.