La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció el inicio del proceso orientado a crear una nueva Constitución en su país, que permita reemplazar aquella que impuso el dictador Augusto Pinochet en 1980.
Bachelet explicó que su país necesita una nueva y mejor Constitución, nacida en democracia y que exprese la voluntad popular, ‘una legítima y respetada por todos, que la convierta en un motor de unidad nacional’.
Asimismo, señaló que el Gobierno realizará una propuesta que será discutida a través del mecanismo que defina el Congreso chileno para conseguir una nueva ley fuera de los parámetros dictatoriales.
"La actual Constitución tuvo su origen en dictadura, no responde a las necesidades de nuestra época. Ella fue impuesta por unos pocos sobre la mayoría, por eso nació sin legitimidad y no ha podido ser aceptada como propia por la ciudadanía", precisó Bachelet.