Un cementerio no es un lugar cualquiera. Se trata de un terreno sagrado donde descansan los seres queridos de muchas personas, un territorio imperturbable que se merece todo nuestro respeto al margen de ser ajenos a los individuos que ahí yacen. Sin embargo, algunos no lo creen así.
Marg Allerston, una mujer oriunda de Medeiros de Londres, en Canadá, perdió a su madre de 86 años de edad, Alma, hace algunos meses y la enterró en un cementerio de dicha localidad. Desde entonces, ella lleva flores a la tumba constantemente y nunca la tiene descuidada.
No obstante, Marg notó que las flores que llevaba siempre desaparecían misteriosamente y sin motivo alguno. Ella no se explicaba por qué alguien le haría esto a su madre. “Todo el mundo la quería”, dijo muy sorprendida a London Free Press.
Pasaron tres meses y la situación continuaba igual, lo que generó que la mujer tomara algunas medidas para descubrir el misterio. Por eso instaló una cámara oculta para a averiguar lo que estaba sucediendo.
Las imágenes pusieron al descubierto a una joven que resultó ser la ‘profanadora’. Siempre que veía las flores frescas, las tomaba rápidamente y las ponía en una caja de cartón, luego emprendía la huida. El video fue publicado en la cuenta de Facebook de Marg y hasta ahora ya tiene más de 16 millones de reproducciones.