Pese a las masivas protestas que exigen su renuncia por estar vinculado a un escándalo de corrupción, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, descartó esta posibilidad y confirmó que permanecerá en el cargo.
"Quiero decirle a todos los guatemaltecos que estoy aquí, que voy a dar la cara. Seguiré al frente del país, no voy a huir", señaló el mandatario en declaraciones a la prensa.
El mandatario, quien es acusado de fraude fiscal, negó haber encabezado una mafia dedicada a cobrar sobornos a empresarios para la evasión de impuestos. "Rechazo categóricamente los señalamientos que está haciendo el Ministerio Público (Fiscalía) y la CICIG. No tengo ninguna vinculación en eso", manifestó.