Tras robar un pack de cervezas y ser descubierto, el sujeto salió corriendo del local y se escondió en el baño de un restaurante cercano. Al llegar la policía lo sacó del servicio higiénico, ya en la calle Bushey desenfundó una pistola de aire comprimido y en respuesta un agente le descerrajó doce tiros.
El jefe de la policía de la ciudad de Palestine, James Muniz, dijo que "Este fue un incidente desafortunado, no sólo para la familia, sino también para nosotros. La gente puede hacer la pregunta ¿Por qué los agentes tienen que disparar tantas veces? Bueno, su adrenalina los hizo seguir disparando hasta que se sintieran a salvo. Realmente ningún oficial sabe cuántos disparos tira hasta que la situación está clara", agregó.