Los bomberos acudieron ante el incendio en una de las habitaciones del hotel The Mexican Inn y, tras sofocar las llamas, el encargado del establecimiento les pidió que se despojaran de sus uniformes y equipos para “asegurar que no le hayan robado nada”.
Desde un principio, cuando los bomberos se alistaban para apagar el fuego en una de las habitaciones, fueron detenidos por el encargado del hotel, quien se negaba a dejarlos pasar “porque no quería que le robaran nada”.
El señor, de la tercera edad, tuvo que ser convencido por los bomberos del peligro de que las llamas se extendieran y causaran mayores daños, hasta que finalmente cedió y los dejó ingresar.
Sin embargo, tras cumplir su labor, el encargado del hotel solicitó a los rescatistas que se despojaran de su uniforme y equipos; los bomberos accedieron y le mostraron al desconfiado anciano que no habían robado nada, que son personas decentes y honestas.