Cerca de 2.500 turistas abandonaron Túnez después de un sangriento atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra un hotel que dejó 38 muertos, en su mayoría británicos.
Todos ellos han partido de los aeropuertos aledaños y de la propia capital, donde se ha creado cierta confusión con la llegada de numerosos vuelos charter fletados por las compañías turísticas para recoger a sus asustados clientes.
La mayor parte se marcha por miedo, otros por consejo de sus embajadas y agencias de viajes. "Hemos pensado mucho si quedarnos porque habíamos esperado mucho estas vacaciones. Pero nos han dicho que lo mejor es salir. Así que vamos para el aeropuerto", explicó una turista británica.
Foto: (EFE)