‘Benno’ es la mascota de la familia Brassfield de Arkansas en Estados Unidos y se caracteriza por comer todo tipo de cosas que a cualquier persona le causaría repulsión. Todos piensan que este perro de 4 años tiene un estómago ‘a prueba de balas’ pero eso no es exactamente así. Y es que este singular can cometió el error de comerse 23 municiones de gran calibre.
Resulta que el pasado 22 de enero, Larry Brassfield estuvo guardando cientos de balas, pero al quedarse sin espacio decidió meter las que le sobraban en una bolsa de plástico bajo la cama. Al día siguiente, se levantó temprano y su mujer le dijo que el perro había vomitado. Cuando comenzó a buscar las balas, no aparecían por ningún sitio y decidió llevarlo al veterinario de inmediato.
Tras ser sometido a una delicada operación, 'Benno' salió con un perfecto estado de salud. Cuando la veterinaria Sarah Sexton salió del quirófano explicó lo que acababa de suceder: “Fue la cosa más loca, nunca he visto nada igual. Sólo espero que no lo vuelva hacer, porque puede que no tenga tanta suerte la próxima vez", agregó.
En la lista de cosas que ‘Benno’ ha comido en los últimos años hay pequeñas piedras, camisas, una botella de gaseosa, vidrios rotos, un sostén entre otros objetos que ninguna mascota normal comería. Por otro lado, Brassfield sabe que nunca más debe dejar balas al alcance del perro pero también es consciente de que su fiel amigo aún no aprende la lección. "Nunca vas a detenerlo, es sólo una cuestión de tiempo ver qué es lo siguiente que comerá.", dijo al portal "USA Today".