Esta mañana la capital rusa estaba sumida en un caos vial con grandes embotellamientos en las principales avenidas, además la mayoría de los comercios estaban cerrados, como consecuencia de la fuerte nevada que había caído en la víspera.
Según nuestro corresponsal, la situación en las calles Moscú apenas había mejorado con respecto a ayer jueves. Más de 11.000 vehículos quitanieves trabajan a doble turno para mejorar el tránsito en la ciudad, la más grande de Europa.
El alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, pidió el apoyo del Ejército para superar la crisis. En estos momentos los bomberos ayudan a decenas de choferes atrapados en sus vehículos que no pueden avanzar y están siendo víctimas de hipotermia.
La nevada había cubierto Moscú con un manto blanco la mañana del jueves. En los aeropuertos se registraron retrasos. Según los servicios meteorológicos, la nieve caída alcanzó una altura de 25 centímetros.
Hasta el jueves, el invierno había sido inusualmente suave para un país como Rusia. Pero esta mañana las temperaturas en la ciudad de Moscú se situaban en 12 grados bajo cero, con tendencia al descenso lo que agravaría la situación.