Representantes de la Universidad de Texas, informaron que no han podido dar con el paradero de 100 cerebros que desaparecieron de su colección.
El profesor Tim Schallert indicó que los cerebros se encontraban conservados en frascos en un sótano. Se sospecha que unos estudiantes bromistas, de la misma casa superior de estudios, habrían sustraído los órganos.
“Creemos que alguien puede haberse llevado los cerebros, pero no estamos seguros”, señaló al diario Austin American-Statesman. Stateman Schallert, quien es profesor de psicología y uno de los curadores de la colección.
Los cerebros sustraídos forman parte de un lote de órganos que fueron enviados hace casi 30 años a la universidad por el Hospital del Estado de Texas para su preservación y estudio, informó la BBC.
Se conoció que el acuerdo entre la universidad y el hospital requería que se eliminara cualquier tipo de información que identificara a la persona a la que pertenecía originalmente el órgano.
Aún no se sabe con exactitud cuando fueron robados los cerebros del sótano.