En la mano derecha, el anillo con la cruz plateada, en su muñeca coloridas pulseritas de goma, de esas que son furor entre adolescentes de diferentes partes del mundo.
Una vez más el Santo Padre rompió el protocolo y la solemnidad de su cargo, y optó por ponerle unas pulseras fluorescentes que resaltaban en su inmaculada vestimenta blanca.
Al Papa Francisco se lo vio y fotografió con las pulseritas -una amarilla y otra multicolor- durante una audiencia en la sala de prensa Paulo VI, en el Vaticano.
Según informó la agencia AP, los coloridos accesorios fueron un regalo de chicos de zonas pobres de Roma y Nápoles.