El suicidio más bello: ¿pueden ser ‘hermosas’ las fotos de una muerte?

Algunas veces la muerte puede alcanzar una extraña belleza difícil de apreciar en episodios de fatalidad. Este fue el caso de Evelyn McHale, una hermosa mujer cuya foto de su desgracia dio la vuelta al mundo con el nombre ‘El suicidio más bello’.

Era el 1 de mayo de 1947, la joven neoyorquina de 23 años ingresó al emblemático Empire State de Nueva York y compró un boleto para subir al mirador, en el piso 86 del rascacielos. Solo minutos después, el cuerpo de Evelyn yacía sobre una limusina que se encontraba estacionada a la entrada del edificio.

El fotógrafo Robert Wiles que se encontraba a unas calles del lugar fue el autor de esta famosa imagen. La revista LIFE la publicaría a una página completa con el nombre de ‘El suicidio más bello’.

Pero, ¿qué le había ocurrido a McHale?. Su novio contó a la Policía que un día antes ella se despidió de él muy feliz, por lo que no encontraba explicación al suicidio. Nunca se supo los motivos que tuvo la joven para tomar semejante determinación. Solo se sabe que en la plataforma del mirador se encontró su abrigo gris, su cartera con algunos dólares, fotos de su familia, y una nota que decía: “Él está mucho mejor sin mí… yo nunca seré una buena esposa para nadie.”

La fotografía de una muerte pocas veces fue tan extraordinaria. La serenidad en el rostro y el cuerpo de la joven es sorprendente, sobre todo tras sufrir una caída tan extrema. Es cierto, no parece muerta, sino dormida plácidamente.

Las autoridades determinaron que su cadáver se encontraba completamente intacto. En la foto se puede apreciar a McHale recostada, acariciando con la mano izquierda su collar de perlas y como si estuviera satisfecha por haber cumplido con su objetivo.