El Vaticano denunció hoy el aumento del tráfico de órganos de niños emigrantes o indocumentados entre la frontera de México y los Estados Unidos. El Papa Francisco denunció recientemente ese tráfico y lanzó un llamado para que la sociedad se movilice contra un fenómeno tan cruel.
En un editorial, el diario del Vaticano, L'Osservatore Romano, reconoció que en muchos países desarrollados "un elevado número de personas salvan sus vidas" gracias al tráfico de órganos, tejidos o sus componentes, de menores indocumentados.
Según la autora del artículo, Lucetta Scaraffia, además de la trata de personas con el objetivo de extraer órganos para que éstos puedan ser vendidos a otra persona cuya supervivencia depende de ello, mujeres arriendan el útero a parejas con problemas de esterilidad.
Se trata de un crimen organizado relativamente nuevo debido al mejoramiento de las técnicas de trasplante en los últimos 30 años, lo que ha creado una situación en la que la demanda supera por mucho la oferta.